Buenas noches a todos!
Aquí estamos un día más para contaros lo que ha pasado en el ÚLTIMO DÍA de campa. No obstante, por ahora, vamos a dejar los lloros para mañana puesto que todavía nos queda por contaros lo que hemos hecho a lo largo del día de hoy.
Noticias destacadas:
- Despedimos a los monitores Yago y Rivas que se van mañana de viaje.
- ¡¡FIESTA FINAL!!
Como ya es costumbre, y todos sabréis a estas alturas, nos despertó la música a cargo de nuestra “catarsis” Pallo a las 09.00 en punto. Hoy, por primera vez en todos estos días, los monitores nos levantamos y ¡no había ningún niño! Si es que hasta llegamos a pensar que nos habíamos equivocado de hora. ¿Entonces qué? Puerta por puerta para levantarlos y tirar a más de uno de sus sacos.
Después del desayuno nos preparamos para pasar por las distintas actividades que a algunos grupos les quedaba pendiente: pesca, rocódromo, arqueología y tiro con arco. He de decir que ya hay niños que son auténticos arqueros y pescadores.
Para refrescarnos un bañito en la piscina antes de ir a comer. Tras degustar un arroz con tomate y bonito de primero y pollo con patatas fritas de segundo, nos preparamos para ya nuestras habituales sesiones de inglés: canciones, bailes… Eso sí, con una gran dosis de paciencia por parte de los monitores y una doble dosis de esfuerzo por parte de “nuestros” niños, puesto que el cansancio y el calor ya hace mella en todos nosotros. Una hora de manualidades por grupos antes de ir a la piscina a darnos el último chapuzón del campa y a merendar un bocadillo de mortadela.
Por la tarde tuvimos que ensayar las actuaciones que interpretaron cada grupo en la fiesta final. Con los nervios nos fuimos a cenar: frejoles con patatas de primero, merluza con patatas de segundo y de postre piña.
Listos para la fiesta final nos fuimos al foro cada grupo con sus monitores para empezar. Hemos podido ver desde bailes hasta obras de teatro, pasando por las imitaciones a los monitores y entregado los premios que han ganado los grupos en los distintos juegos.
Y hoy es la última noche que pasaran sus hijos con nosotros y no podemos decir que nos alegremos de que se acabe, sino todo lo contrario porque estaríamos encantados de que durase mucho más.
Buenas noches y mañana les seguiremos contando.
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