SALDAÑA: LA EVOLUCIÓN DE UN SENTIMIENTO
El campamento de 2012 llega a su fin, en las primeras entradas del blog se reproducía un artículo del PÁGINAS con un escueto análisis, desde los comienzos de la actividad, hasta lo que nos esperaba este año. Una vez cumplido el objetivo, me gustaría hacer una evaluación más exhaustiva de lo que ha dado de sí este verano.
Al igual que cualquier novedad en la vida, partíamos con expectación, curiosidad, incertidumbre y sobre todo muchas ganas, un nuevo sitio es un lienzo en blanco sobre el que trabajar, eso sí, con la confianza de una formación consolidada y una base fortísima de valores. Hace unos años comenzaba a decir aquello de "esto es un sentimiento, y los sentimientos van con las personas", no era una frase hecha para quedar bien, ni estaba preparando el terreno, sino algo en lo que realmente creo, y como en todo, el tiempo da y quita razones, en este caso, me la ha dado.
La historia siempre se repite, y contaré algunas cosas que de sobra son conocidas, pero nunca está de más repetir, pues no podemos saber dónde vamos, sin saber de dónde venimos.
Los campamentos a lo largo de los años han ido evolucionando, aprendiendo de los errores y mejorando en sus virtudes, esto se asienta sobre unos pilares básicos, una esencia, un espíritu que todos cuántos formamos parte activa en el campamento, en el pasado o la actualidad, sabemos y disfrutamos. La estructura de funcionamiento heredada está más viva que nunca, generaciones que a priori no coinciden en el tiempo, trabajando unidas, niños y niñas prometiendo volver eternamente, chicos y chicas que acaban ciclo pidiendo el curso para poder ser monitores cuanto antes, y sobre todo, la creación de vínculos y amistades que en cualquier otro ámbito no serían posibles.
Este año hemos metido en nuestra mochila esos valores adquiridos con la experiencia, las ganas de aprender y enseñar, el ansia por trabajar, el cariño, la fe y el respeto a los demás, y nos los trajimos hasta Saldaña.
Antes de darnos cuenta el mes ha terminado, con la certeza del trabajo bien hecho, y los objetivos cumplidos con creces. Pese a haber pasado la mayor parte del tiempo detrás de una cámara de fotos, he podido ver la evolución de cada turno, con puntos comunes a todos ellos y fácilmente resumibles: niños y niñas que no se conocían, con la timidez de los primeros días al estar con tanta gente nueva, en nada de tiempo estaban relacionándose con el resto, haciendo nuevos amigos y amigas, y sobre todo, ayudándose y ayudando a los monitores, apenas recuerdan el "YO" porque han aprendido desde el más pequeño al mayor, que hay un "NOSOTROS" tan grande que los necesita, por supuesto que se llevan muchas más cosas consigo, han aprendido a tirar con arco, montar a caballo, subir a un rocódromo, montar una tienda de campaña, lanzarse en tirolina, juegos y actividades en inglés, hacer un imán de nevera, figuras con jumping clay, o cócteles sin alcohol como alternativa de ocio, ¡alguna hasta ha aprendido a montar en bicicleta...!, y siempre con el convencimiento de que los valores trasmitidos y adquiridos han sido y serán la razón de ser de este campamento.
Todos los coordinadores de turno finalizaron sus campamentos con agradecimientos, y en mi caso no será diferente.
En primer lugar gracias a las FAMILIAS por confiarnos a sus hijos un año más, es obvio que sin ellos no estaríamos aquí, y sobre todo porque han sido múltiples los agradecimientos y reconocimientos al trabajo de los monitores. Gracias a los NIÑOS/AS por creer en nuestra labor, y querer venir todos los veranos, y por supuesto por ayudar a la labor de los monitores y trasmitir, cada uno a su manera, aquello que han ido recibiendo. Gracias a los RESPONSABLES del Colegio, pues han sido uno más, siempre disponibles para ayudar y aportar de su experiencia cosas nuevas de las que aprender, y gracias a GISELA, quien se ha hecho imprescindible en un nuevo lugar, y donde su papel principal sigue vigente, que no es otro que ser la madre de todos.
Sin familias que envíen a sus hijos, ni hijos que quieran venir, no sería posible estar ahora mismo analizando nada, pero tampoco sin MONITORES, personas que dedican su verano y gran parte del año a preparar la actividad por amor al arte, y es que realmente sin los que forman esta plantilla de educadores en nuestros campamentos, el análisis tampoco sería tan positivo. A este grupo de monitores, GRACIAS, nunca me cansaré de darlas. En ellos se refleja el trabajo a lo largo de los años, los valores que han adquirido los transmiten y adaptan a su tiempo, trabajan de forma altruista, sacrificándose por los demás, dejando de lado a sus amigos y familias en sus casas, pidiendo sus vacaciones laborales, y todo para estar a las 4 de la madrugada cuidando de un niño que se ha puesto enfermo o que simplemente tiene miedo, o para quedarse sin gorra a pleno solo porque a una niña se le ha olvidado, e infinitas cosas más que sus hijos les irán contando, pues como ya habrán observado, el pago de estos chicos y chicas lo realizan ellos, con su cariño, confianza y felicidad.
Dentro de estos monitores, hay personas que me gustaría destacar, sin que ello suponga hacer de menos al resto, pues son las primeras a las que se recurre cuando un trabajo surge: por un lado, Adrián Suárez, porque no "sólo" se ha pasado allí todo el mes de julio, sino que siempre está disponible a lo largo del año para aquello que se necesite, dando el máximo sin descanso y haciendo grupo entre otros muchos valores que transmite. Por otro lado, Jorge Blanco, también dispuesto a cuanto se necesite y la persona que más tiempo se ha pasado detrás del ordenador, cuando no era organizando y preparando juegos, sacando adelante una de las novedades del campamento, y seguramente la más valorada por aquellos que no estaban en Saldaña, el blog: crónicas, vídeos, archivos de audio, promoción…. como habrán podido comprobar no le ha quedado mucho tiempo libre en este mes, él ha sido el artífice principal de que cada día pudieran ver lo que allí acontecía.
Y todo este trabajo necesita una coordinación, que lleva muchas, muchas horas, jornadas intensas, algunas en conjunto y la mayoría en solitario. Gracias a los tres, Fredi, Bonache y Richi, por mantener vivo el espíritu de los campamentos, por creer en una idea y llevarla a cabo, evolucionarla y conseguir trasmitirlo, no habría tinta para agradecer el trabajo y sobre todo, la ayuda prestada. Pachi, Tomy, Julián, y Quilo desde arriba, están seguro orgullosos, viendo que su idea sigue viva dentro de las personas.
En resumen, nos ha tocado vivir un época de cambio, y con mucho sacrificio, esfuerzo y trabajo, la eterna pregunta de este año de "¿qué tal en Saldaña, mejor o peor?" ha quedado respondida para todos con: "habla con los niños, las familias y los monitores, explora el blog y juzga por ti mismo".
Yo soy gafo, gafo, gafo, gafo, Gisela Saldaña cabaña.
ResponderEliminarYo , también quiero daros las gracias. Gracias con mayúsculas . Cuando recogimos a la niña en Gijón vi cómo se despedía de sus monitores con abrazos interminables , sinceros, alegres....Esa situacíon ya lo decía todo ,no hacía falta preguntarle cómo lo había pasado o ,si había estado agusto, todas las respuestas estaban en esos abrazos.Gracias también a Adrián por entregarles a su grupo una carta tan bonita y tan llena de sentimiento.Gracias.
ResponderEliminarGracias a todos por conseguir que disfrute tanto de mis veranos desde hace ya algunos años. Puede que al principio tuviesemos miedo porque era un sitio nuevo totalmente y no era "nuestra casa". Pero gracias al apoyo de todos los monitores y niños conseguimos adaptarnos muy bien. Gracias por esas noches en vela por nosotros en la discoteca tras no poder dormir al aire libre en el itinerante. Gracias por curarnos las ampoyas, aguantarnos durante el camino, preocuparos de nosotros cuando llovia tanto. Incluso de dejarnos vuestros abrigos. Gracias por ese dia tan especial que nunca olvidare de itinerante cuando no nos dejasteis ayudaros a desmontar las tiendas, pero os ayudamos cantando y animando el ambiente a la vez que vosostros nos animabais. En fin gracias una última vez por todo lo que año tras año conseguis sacar y hacer de nosotros y con nosotros. Que este va a ser mi último año como niña pero que no os abandonaré nunca. Que apoyare esta familia uniendome al grupo de monitores y hacendo lo que ellos saben hacer tan bien. Muchisimas gracias por todos estos veranos inolvidables, nunca sabré como agradeceros todo esto que haceis año tras año por nosotros. Lo único que puedo hacer es devolveros el favor con cariño y uniendome a vosotros.
ResponderEliminar