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lunes, 15 de julio de 2013

Crónica de los monitores - Día 8 - Segundo Turno


¡Buenas noches!
Hacía unos días que por una cosa y otra no escribía una crónica en condiciones, pero como bien saben, no hemos pasado unos días “muy normales” que podamos decir... De hecho, esta misma crónica la estoy subiendo desde otro lugar de Saldaña, pues en el campamento aún seguimos sin internet tras la tormenta del sábado.

Los contratiempos comenzaron el viernes cuando una granizada, como nunca había visto, visitó nuestro poblado romano dejándolo prácticamente anegado. Ese era el primer gran escollo, pues era imposible poder ofrecer un Día de la familia en condiciones. A las 23:00 comenzábamos a llamarles para avisarles de la noticia. No eran horas adecuadas y seguro que alguno de ustedes se llevó un buen susto pero situaciones extremas requieren medidas extremas.

Esa tarde los niños la habían pasado tranquilamente jugando y cantando en la sala, mientras que por la noche verían una película. Esa noche ya habíamos tenido trabajo, pero lo duro llegaba el sábado por la mañana. Desde las 7:30 todos los monitores comenzábamos a trabajar en el campamento. Limpiar cabañas, achicar agua, limpiar caminos, quitar hielo (carretillas y carretillas de hielo), barrer hojas de la cancha, de los caminos, colocar las piedras y gravilla que el agua había arrastrado hacia la entrada... un sinfín de cosas que nos tuvo “entretenidos” hasta la hora de comer.

Por la tarde, tras el ensayo de cantos, comenzaba una gran tormenta (ahora que lo escribo, quizás tenga algo de relación...) que supondría lluvia continua de 17:00 a 23:00. Sin embargo, esta no causó ni una décima parte de los problemas del día anterior, pues además de que era lluvia y no granizo, esta vez estábamos preparados para todo lo que pudiera venir y nada nos cogía ya por sorpresa. La peor parte es que por segundo día consecutivo, los niños  se quedaban sin poder hacer juegos en el exterior, aunque entre bailes, canciones y ver los vídeos y fotos de este turno pasaba la tarde, mientras que Buzz y el resto de protagonistas de Toy Story 3 nos amenizaba la noche. Una de las partes positivas de esta “aventura” que nos ha tocado vivir estos días, es que por previsión, los dos días nuestros acampados durmieron todos juntos en el comedor. Algo especial y distinto.

Y con esto, llegábamos al domingo, al esperado domingo, Día de las Familias. Tras desayunar y pasar por las duchas, los chicos iban a dar un último repaso a las canciones de la misa, antes de que a las 11:30 se abrieran las puertas y ustedes empezaran a pasar el día con nosotros.
Abrazos, besos y mucha alegría inundaba el campamento por todos lados. Preguntas sobre cómo habíamos pasado estos días, visitas por la instalación con los mejores guías posibles y más abrazos y besos eran la antesala a la multitudinaria eucaristía que oficiaría Teo a las 13:00 en la Ermita del Valle.

Después, llegaba la hora de la comida en la que la paella, la parrilla y el helado serían el menú que más de 400 personas disfrutaríamos y que esperamos que a todos haya gustado. Hubo algo de caos en algún momento puntual, como una paella que se hizo esperar más de la cuenta, pero bueno, para la próxima trataremos de que todo vaya aún más como la seda.

A las 17:00, cuando todos ustedes habían emprendido el camino de vuelta, nosotros nos dábamos unos chapuzones en la piscina, que la echábamos de menos, pues aunque hayamos estado dos días muy pasados por agua... ¡pues como que no es lo mismo!

Después de merendar, sorprendentemente seguíamos teniendo sol, que sí, dirán que en julio y en Castilla es lo normal... pero no. Así que aprovechamos e hicimos juegos en el campo de fútbol: balón prisionero, estrella, caballeros a sus caballos, quitarle la cola al toro y los dos juegos estrella, los dos juegos de agua. Un juego de preguntas en el que los que fallaban recibían un globo de agua, que siempre gustan a nuestros niños y justamente hoy alguno me había preguntado por si podía jugar con ellos y dicho y hecho. Y el último minijuego de la tarde por el que iban rotando los grupos... el plástico deslizante, que nunca decepciona.

Y ahora por la noche, un juego de correr en el que los grupos tenían que encontrar a dos compañeros, y que servía para gastar toda esa energía acumulada estos dos días de “baños forzosos”.

Como les decía, seguimos sin conexión a internet, así que las fotos y vídeos tardarán en llegar. Confiemos en que la compañía telefónica mañana nos eche una mano con esto. Y de paso, a ver si pueden dedicar alguna de sus plegarias a que el tiempo nos siga acompañando para poder tener un final de campamento de órdago como tenemos preparado.

Un saludo y buenas noches

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