Casi sin darnos cuenta llegamos al último día. En la mochila nos llevamos de vuelta un montón de cosas aprendidas, experiencias y sobre todo lazos de amistad creados durante estos días, ¡Que gran semana!
El día arrancó con el tradicional desayuno, lo echaremos de menos porque nos han mal acostumbrado, acabando el mismo con el "cumpleaños feliz" en honor a Enzo, que cumplía años. Después de lavarnos los dientes nos fuimos a la oración de la mañana, por ser el último día nos desplazamos a la capilla que está al pie del acantilado, en un lugar inmejorable reflexionamos sobre la naturaleza que nos rodea y tomamos conciencia de la necesidad de cuidarla.
El resto de la mañana nos dedicamos a prepararnos para el viaje de vuelta. Después de hacer las maletas, los chicos completaron sus diarios con las firmas de sus compañeros, profesores y monitores. Como colofón disfrutaron un rato de juego libre para aprovechar el entorno.
A la hora de la comida nos esperaba unos riquísimos espaguetis boloñesa, pescado rebozado y plátano.
Casi sin tiempo, ayudados por sus monitores y profesores los chicos embarcaron rumbo a casa, atrás dejamos unos días inolvidables que ya forman parte de nosotros.
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