Como siempre, empezamos el día con una canción, un buen desayuno y nos preparamos para las actividades de la mañana.
Después aprovechamos el tiempo de piscina para pegarnos un chapuzón y continuar con los torneos de deportes organizados por los monitores.
Para comer tuvimos ensalada de patata, bonito, lechuga, tomate, aceitunas y maiz, escalope de ternera con patatas y paraguayo de postre.
Los torneos continuaron en el tiempo libre de la tarde. Merendamos bocadillo de salchichón y un melocotón.
A continuación, un clásico del campamento: El rastreo. Los grupos fueron saliendo del cementerio y realizando un recorrido por el bosque en busca de pistas con pruebas (como por ejemplo cambiarse de ropa entre ellos, inventarse una canción...) para conseguir volver de vuelta al campamento.
A la hora de la cena nos sirvieron perrito caliente, bolitas de pollo y yogur.
La última actividad del dia fue el juego del rastreo. Por grupos los niños y monitores debían llegar al final de un recorrido en el que estando todo el campamento a oscuras, se escondian monitores con una linterna. Cuando éstos alumbraban a un grupo, se debían quedar quietos para no ser detectados y poder continuar. Si no era así debían retroceder al punto de partida.
Con ésto nos despedimos por hoy.
Buenas noches!
Publicar un comentario