Cuando esta mañana, a las 9:00, empezó a sonar la música, empezamos a asearnos y vestirnos para luego ir al foro. Justo después, empezamos a desayunar: Cola-Cao, zumo, galletas, valencianas y tostadas con mantequilla y mermelada.
Con las pilas puestas y muchas ganas, nos dirigimos, por grupos, a las distintas zonas donde se celebran los juegos deportivos de la mañana: tiro con arco, fútbol, triciclos, futgolf... Cada día los monitores nos recuerdan que debemos ponernos la gorra y aplicarnos crema solar, y hoy era más importante que nunca seguir estas instrucciones porque apretaba el sol. ¡Qué bien nos sentó luego el ratito de piscina!
Algo después, las 14:15, nos avisaron para ir a lavar las manos y llegó la hora del almuerzo. Hemos devorado un estupendo plato de paella, unos san jacobos con ensalada y melón de postre. A continuación, tuvimos un ratito libre y en seguida empezaron las manualidades. Más tarde, como seguía apretando el calor, agradecimos muchísimo el segundo ratito de piscina y en seguida llegó la hora de merendar. Hoy hemos tenido bocata de chorizo y zumo.
Y después de merendar... ¡Empezó una de las actividades más esperadas del campamento! ¡La yincana guarra! Lo pasamos genial, pero al terminar, los monitores tuvieron que darnos una triste noticia: había que hacer las maletas. Las circunstancias de este verano tan peculiar son muy complicadas y, al final, hay que ver la parte positiva: hemos podido disfrutar de 11 de los 12 días del turno. El verano que viene volveremos con mucha más ilusión (si cabe) para disfrutar de un campamento completo.
A las 9:30 llegó el momento de la cena. Al ser la última, ha sido la mejor: nachos con guacamole, hamburguesas con patatas y helado de postre. ¡Riquísimo!
No hemos podido hacer juego nocturno esta vez porque había que ultimar las maletas y dejarlo todo listo para salir mañana. Una vez más, el día se nos ha pasado volando y, a pesar del contratiempo de última hora, todos nos vamos cargados de buenos recuerdos. Estos días juntos en plena naturaleza han sido, para nosotros, una experiencia maravillosa: aprendizaje, convivencia, deporte, cariño y alegría se unen para dejar en nuestros corazones una huella muy difícil de borrar. En conmemoración, los monitores nos dieron nuestros diplomas y después nos fuimos a las cabañas a descansar.
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