Un día más, nos hemos levantado a las 9:00 para asearnos, vestirnos e ir al foro a escuchar las reflexiones, que tanto nos enseñan. A las 9:30 desayunamos Cola-Cao, zumo, galletas, tostadas y valencianas. A continuación, estuvimos ensayando las canciones de misa y recogiendo y poniendo orden en el campamento. Después, para descansar y refrescarnos, pudimos disfrutar de un ratito de piscina.
Cuando sonó la campanita del almuerzo, a las 14:30, fuimos a lavarnos las manos para luego degustar el menú del día: ensalada de pastas, tiras mexicanas y melón. A continuación, tuvimos un ratito para descansar y asistimos a la celebración de la eucaristía. Las sabias palabras del padre Fernando nos inspiran para seguir aprendiendo cada día a ser mejores y vivir el campamento como una gran oportunidad de crecimiento espiritual. Luego fuimos a la piscina y a las 18:15 llegó la hora de merendar un bocata de chorizo y un zumo.
Después de la merienda, participamos en la actividad denominada "Monitor al agua". A través del tradicional juego de los barquitos, se consiguen bombas para disparar a los monitores y al final, tiramos a la piscina al monitor que más bombas haya recibido. ¡Lo pasamos pipa!
A las 21:30, tras una ducha reconfortante y ya con ropa calentita, fuimos al comedor a cenar. Hoy hemos disfrutado de una crema de calabacín, unos flamenquines con patatas y un flan.
¡Y llegó el momento del juego nocturno! El de hoy ha sido uno de nuestros preferidos: ¡La noche del terror!
Finalizado este juego, nos fuimos a las cabañas y tras charlar un ratito, nos quedamos en seguida profundamente dormidos.
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